Dulces Recuerdos de Cruzar Aguas y Regresar a su Infancia/Sweet Memories of Crossing Waters and Returning to Her Childhood

Por Loreto Rojas

Loreto nació en las faldas de la Cordillera de Los Andes y creció en el campo, en un pequeño pueblo al noreste de Santiago de Chile. En su infancia, después de almorzar era tradicional salir a caminar “para bajar la comida”. Siempre subía y bajaba los cerros con la familia, pero cuando ya fue un poco mayor, pero aún una niña, comenzó a salir sólo con su grupo de amigos. Iban al río, se bañaban y subían los cerros que estaban al otro lado, encumbraban volantines o solo miraban el valle, abajo, lejos y las montañas detrás de ellos. Recuerda que iban con su familia caminando a comprar la miel para todo el año; había que llevar los envases donde echar la miel que se cosechaba en ese mismo momento. Tenían que caminar un buen rato para encontrar a la señora que vendía miel. En estos cerros y valles vivían sus tíos y allí comía ella de la tierra los frutos del verano: tomates, sandías y otras frutas que compartían con su familia.

Una vez en la primavera fueron a recolectar callampas que es como le dicen en Chile a los hongos comestibles. También iban a los cerros a recoger ciertas plantas de temporada como el berro. La vida siempre se vive en la naturaleza. Ella dice que nadie puede aburrirse estando en la naturaleza porque siempre hay algo que ver y mirar. Ella menciona al poeta Heráclito: “Ningún hombre puede cruzar el mismo río dos veces, porque ni el hombre ni el río serán lo mismo”. O un océano -agrega- uno siempre está cambiando”.

Cuando tenía unos nueve años, Loreto conoció el océano por primera vez. Visitó el desierto de Atacama y mencionó que es muy similar a los desiertos de California porque están a la misma distancia de la línea del Ecuador. Desarrolló un gran amor por la natación practicando y aprendiendo en mar abierto. Cuando llegó por primera vez a Mendocino, desde Santiago, sintió que regresaba al lugar de su infancia. Se sintió muy impresionada por los bosques. Sintió que los bosques la protegían, las secuoyas en especial. Como venía de una gran ciudad con mucha contaminación ambiental fue por un año todos los días hasta dos veces al día a la cascada Russian Gulch. Sintió como se liberaba de las toxinas de la ciudad y aprovechó para limpiarse con el aire limpio de la foresta.

Una limpieza purificadora ocurre cuando uno está rodeado de aire limpio y espacios naturales verdes que hacen que el alma se sienta rejuvenecida.


Loreto was born in the foothills of the Andes and grew up in the countryside, in a small town northeast of Santiago, Chile. In her childhood, after lunch, it was traditional to go for a walk “to help with digestion”. She always went up and down the hills with her family, but when she was a little older, but still a child, she began to go out alone with her group of friends. They would go to the river, bathe and climb the hills on the other side, they would fly kites or just look at the valley below, far away, and the mountains behind them.

She remembers walking with her family to buy honey for the whole year; they had to carry the containers to put the honey that was harvested at that very moment. They had to walk for a long time to find the lady who sold honey. In these hills and valleys lived her uncles and aunts and there she ate the summer fruits from the earth: tomatoes, watermelons, and other fruits that they shared with her family. Once in the spring, they went to collect callampas, which is the Chilean name for edible mushrooms. They also went to the hills to pick certain seasonal plants such as watercress. Life is always lived in nature. She says that no one can get bored being in nature because there is always something to see and look at. She mentions the poet Heraclitus: “No man can cross the same river twice, because neither the man nor the river will be the same.” “Or an ocean,” she adds, “one is always changing.”

When she was about nine years old, Loreto met the ocean for the first time. She visited the Atacama Desert and mentioned that it is very similar to the deserts of California because they are the same distance from the equator. She developed a great love for swimming by practicing and learning in the open ocean. When she first arrived in Mendocino from Santiago, she felt like she was returning to the place of her childhood. She was very impressed by the forests. She felt that the forests protected her, the redwoods in particular. Coming from a big city with a lot of air pollution, she went to Russian Gulch Waterfall every day for a year, up to twice a day. She felt free from the toxins of the city and took the opportunity to cleanse herself with the clean air of the forest.

A purifying cleansing occurs when one is surrounded by clean air and natural green spaces that make the soul feel rejuvenated.


Loreto es educadora, periodista y traductora. Le gusta caminar por la playa, cantar y disfrutar de la naturaleza siempre cambiante de la vida. Loreto tiene un programa en español llamado MendoLatino en la radioemisora comunitaria KZYX&Z.

Loreto is an educator, journalist, and translator. She likes to walk on the beach, sing, and enjoy the ever-changing nature of life. Loreto has a radio program in Spanish called, “MendoLatino,” on the community radio station KZYX&Z.

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